Como ya sabéis en Futurizable llevamos más de un año dando a conocer la metodología OKR por la gran utilidad que puede aportar a las empresas para progresar, mejorando en su estrategia de negocio o diseñando una estrategia enfocada en los resultados. A este respecto además de los contenidos que venimos publicando en Futurizable, lo cual ha servido para elaborar el Manual de OKR, también estamos realizando los eventos OKR Day y los cursos de OKR Champion.
Continuando con esta labor de divulgación de los OKR, los siguientes pasos que vamos a dar van en la línea de encontrar la forma de aplicar la metodología en diferentes ámbitos, como por ejemplo es el desarrollo de software, de lo cual ya hemos hablado con anterioridad aquí y volvemos a hacerlo ahora de una forma mucho más específica al enmarcarlo en el trabajo que realizan los equipos de alto rendimiento en el sector IT.
Y para hablarnos sobre cómo usar OKR en equipos de alto rendimiento hoy contamos con la colaboración de Francisco Moreno QA Area Leader en Sngular and @NorthemQuality Co-organizer.
OKR en el sector IT
Durante estos últimos años, la metodología OKR se ha erigido como una de las más efectivas a la hora de diseñar, gestionar y conseguir objetivos propuestos, ya sea a nivel personal o empresarial.
Su sencillez y flexibilidad hacen que se pueda adaptar a prácticamente cualquier situación u organización. Es por ello que grandes corporaciones como Google la llevan utilizando desde el año 2000 para establecer y realizar el seguimiento de sus objetivos, lo que les has permitido crecer enormemente durante las últimas décadas.
El pilar fundamental de OKR se basa en establecer objetivos que sean claramente medibles para que así, de manera objetiva, podamos comprobar su grado de cumplimiento periódicamente. Esta idea encaja muy bien dentro del mundo IT, principalmente por dos motivos:
- Métricas: A día de hoy tenemos la capacidad de extraer mediciones sobre, prácticamente, cualquier variable que necesitemos de manera rápida y concisa. Además, contamos con una gran variedad de herramientas que permiten realizar todo tipo de cálculos sobre este conjunto de datos para extrapolar conclusiones.
- Evaluación periódica: Necesaria para llevar a cabo un proceso de mejora contínua efectiva. Ir comprobando con datos objetivos, y no por sensaciones, que avanzamos en la buena dirección resulta fundamental para no desviarse de la estrategia global establecida.
Contexto actual del sector IT
Si tuviésemos que resumir en única frase la evolución que ha sufrido el mundo que nos rodea durante los últimos 20 años, probablemente una de las candidatas sería: “Software is eating the world”.
La tecnología se ha instaurado hasta tal punto en nuestro día a día que prácticamente ya no somos conscientes de ella y, obviamente, detrás de todo esto se encuentran infinidad de empresas tecnológicas dando servicios y construyendo soluciones.
A día de hoy, la competencia entre estas compañías resulta muy fuerte y pequeños detalles pueden marcar la diferencia dentro de un mercado cada vez más global. Por ello, conceptos como time to market, performance, SLAs, alta disponibilidad, despliegue continuo, deuda técnica, monitorización de sistemas, bugs en producción, customer experience, etc. cobran especial relevancia. Es muy posible que, si descuidamos alguno de estos aspectos, nuestro producto quede sepultado por el resto de empresas competidoras. Es por ello que debemos establecer mecanismos tanto para controlarlos como para mejorarlos en caso de que no se encuentren dentro de los parámetros deseados.
Mejorar Delivery
Por todo lo anterior, mejorar el rendimiento de los equipos IT se convierte en un aspecto crítico dentro de las empresas de software. No obstante, debemos entender que, en un entorno como el descrito anteriormente, la mejora del delivery no puede estar enfocada únicamente al aumento de la velocidad en sacar nuevas versiones a producción.
Esto no será de ayuda para nuestro negocio si, además, no somos capaces de hacerlo de manera escalable, manteniendo unos estándares de calidad adecuados, recogiendo feedback de los usuarios y adaptándonos a sus necesidades, manteniendo la imagen de la marca, cuidando la cultura, haciendo que el equipo comparta la visión global de la empresa y consiguiendo su involucración y que se sientan partícipes de la misma.
Es por ello que debemos dar pasos para establecer una mejora del delivery desde un punto de vista global. Es decir, no se trata por tanto de centrarse en una medida de la productividad “clásica” de tareas completada por unidad de tiempo, sino en métricas capaces de reflejar todos los factores antes enumerados.
Mejorar outcome vs output
En definitiva, debemos dirigir nuestros esfuerzos a mejorar el “outcome” global y no ceñirnos únicamente al “output” particular de cada tarea.
Identificar objetivos globales
Para poder aplicar de manera efectiva la metodología OKR a nuestro caso particular, debemos comenzar identificando claramente nuestros objetivos globales, virtudes y carencias.
Si no tenemos claros estos aspectos, puede resultar útil plantearse una serie de preguntas:
- ¿Qué nos hace buenos y/o mejores que la competencia?
- ¿Cuál es nuestra propuesta de valor principal en el mercado?
- ¿Qué esperan nuestros clientes de nosotros?
- ¿Qué nos diferencia de nuestros competidores?
- ¿Qué nos hace falta para ser mejores?
- ¿Dónde nos gustaría estar? ¿Nos queremos parecer a alguien?
- ¿Dónde NO queremos estar?
- ¿Qué tipo de servicio no queremos ofrecer?
- ¿Con qué cosas no nos sentiríamos cómodos?
Es importante también tener claro puntos hacia los que no queremos llegar. Esto nos ayudará tanto a tener claros los objetivos globales como a poder transmitir la visión general de la empresa de manera clara.
En la actualidad existen varios artículos y estudios, como el informe DORA, que vinculan el éxito de algunas empresas tecnológicas con la manera en la que trabajan sus equipos de desarrollo.
A día de hoy, resulta claro que existe un conjunto de prácticas técnicas y procedimientos comunes a todos los equipos de alto rendimiento. Éstas pasan desde establecer una excelencia técnica, basándose en ideas de eXtreme Programing y filosofía DevOps como pilar fundamental, a cultivar una cultura colaborativa y de reconocimiento y definir unos procesos que permitan reaccionar de manera ágil a las nuevas necesidades.
Concretamente, si lo enfocamos al caso concreto de delivery de los equipos IT, en 2018 se publicó “Accelerate”, un libro que resume las conclusiones a las que se llegó después de realizar un estudio durante más de 4 años para tratar de averiguar los factores que unen a las organizaciones IT con un “software delivery performance” más alto.
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